A pesar de que nació en la década de 1950, Itubaína es una eterna niña. En un sorbo, su sabor tradicional y destacado transporta a las personas de cualquier edad hacia la infancia.
A lo largo de los años, la marca pasó por transformaciones, aumentó su portafolio, amplió su oferta de versiones y sabores, pero su esencia se mantuvo. Así, el desafío que se le presentó a nuestro equipo fue reflejar su nuevo posicionamiento de manera tal que realce sus activos y su identidad icónica, manteniendo su espíritu inconfundible.
Una marca tradicional e icónica
Itubaína reposicionó su marca con una ambiciosa propuesta de valor: dejar de ser vista solo como retro e incluso económica o de nicho para ser percibida como una marca mainstream, pero no convencional. Una marca de espíritu espontáneo, con un toque de autenticidad, pero sin generar interrupciones con su esencia divertida y dinámica.
Evolución sin interrupción
Entonces, nuestro desafío fue realizar un facelift, o sea, mantener los fuertes activos y códigos de reconocimiento de la marca pero, al mismo tiempo, aportar modernidad a su identidad visual. Una evolución que refuerza su nuevo posicionamiento de diversión espontánea, de forma tal que sea reconocida por sus consumidores actuales y también conquiste nuevos.
La nueva identidad visual da vida a la marca y saca a relucir el universo dinámico, divertido y auténtico de Itubaína. Los colores vibrantes, en contraste con el bordó y el beige (colores principales de la marca), denotan placer; la energía es evocada por los rayos, textura que da dinamismo y vibración a la composición visual; el tipo de letra sin serifa da fluidez, libertad y modernidad a la marca – siendo todos estos elementos de evolución en sus envases y concepto visual.
Todas las directrices fueron organizadas en un brand book, una Guía de uso y aplicación de la marca que toma en cuenta desde la estrategia hasta la comunicación en todos sus puntos de contacto, abarcando la arquitectura del portafolio y el lanzamiento de nuevos sabores. Una visión global integrada con todos los puntos de contacto de la marca, que enaltece siempre el universo espontáneo, divertido y auténtico de Itubaína. Al final, la diversión no puede esperar.